O Teixo dos Tenreiro

Recientemente se han estado realizando trabajos de conservación en el conocido "Teixo da Familia Tenreiro".

 Muchos de nuestras más jóvenes generaciones apenas saben nada de la historia, los recuerdos y las vivencias que entre sus ramas se esconden.

 Es por ello que considero que deberiamos acercarnos un poquito más con datos curiosos y desconocidos seguramente para muchos de vosotros, la historia de uno de los símbolos fundamentales de nuestro pueblo, Pontedeume.

 El ejemplar de Tejo, Teixo (Taxus Baccata), de los más antiguos de Europa, llegó a contar con 3 pisos habitables en su interior, obra cumbre del Ars Topiarius.

 Su edad se estima cercana a los 700 años y está recogido en publicaciones especializadas al lado de los famosísimos del Cementerio de Crowhurst, el de Brabourn o el de Gresford.

El ejemplar de Pontedeume llegó a tener una altura de más de 15 metros y cerca de 20 metros de diámetro máximo y se apoya en un círculo de columnas. Figura este ejemplar de Pontedeume en el "Inventario Abierto de Arboles Sobresalientes" de la Xunta de Galicia donde se le dió una puntuación de 990 sobre 1000.

Este Tejo antiquísimo fue visitado por personalidades de la talla de Azaña, Echegaray y Castelar, que desayunó en su primer piso en el año 1885.

Así como intelectuales y escritores como, Azorín, Valle Inclán, la Condesa Pardo Bazán (que lo utilizó como escenario de una de sus novelas, "Una Cristiana").

 El Gobierno de España en pleno celebró un banquete bajo sus ramas cuando la presidencia de D. Santiago Casares Quiroga.


  




Para que veais la importancia de la Finca "La Magdalena" y con ello la importancia del Tejo, cabe destacar como una obra de la envergadura de la Autopista A-9, tuvo que modificar su trayecto para evitar el derribo de la casa y en consecuencia una más que segura muerte prematura del Tejo. Para acabar os dejaremos unas palabras de quien fué su propietario, el Arquitecto Antonio Tenreiro:  

"Y vivirá el árbol para entonces? Esperemos que Dios hará que así sea y que la propiedad del árbol se transmita a manos tan cuidadosas y que tengan por el mismo tanto interés y cuidado como hasta ahora cupo la suerte que así fuese, a través de sus varios siglos de existencia. Pueden vivir estos árboles de mil quinientos a dos mil años, y ello hace esperar que el de Pontedeume pueda aún seguir admirando a muchas generaciones sucesivas. ¡Así sea!" ...